Quizá perdemos la trama que mantiene el escritor en su día tras días. Y es él quien le regala las palabras tan propias a su Numen, y es él quien por fe o resentimiento, pierde las ganas de hacer lo que ama.
Fue a conciencia pura que manifesté mi esperanza en nosotros, fue a conciencia pura que te di lo mejor de mí. Y míranos ahora...
Te Amaré por siempre.